¿Qué pasó con el Metaverso?

Definitivamente se estancó. A raíz de la publicación de @pablomazzei el lunes, quisimos profundizar sobre el estado del Metaverso y saber si -eventualmente- se sumará a uno de las plataformas que prometía mucho pero quedó en nada.

El Metaverso es un espacio virtual compartido donde las personas pueden interactuar, crear y consumir contenido. Promete (o prometió) ser una revolución para el marketing digital, ya que abría nuevas posibilidades de comunicación, personalización y engagement con los clientes.

¿Cuáles son los factores que frenaron el desarrollo del Metaverso? Creemos que son tres:

1) La falta de estándares comunes

2) La fragmentación de las plataformas

3) La resistencia al cambio de los usuarios.

La falta de estándares comunes dificulta la interoperabilidad entre los diferentes espacios virtuales que conforman el Metaverso. Esto limita la experiencia de los usuarios, que no pueden acceder a todo el contenido disponible ni trasladar sus identidades, activos y preferencias de un entorno a otro. Además, dificulta la medición y el análisis de los resultados de las campañas de marketing digital lo que reduce la confianza y la inversión de las marcas.

La fragmentación de las plataformas es otro obstáculo para el desarrollo del Metaverso ya que existen múltiples proveedores que ofrecen sus propias soluciones tecnológicas para crear y gestionar espacios virtuales, pero no hay una plataforma dominante que aglutine a la mayoría de los usuarios y los creadores. Esto genera una competencia feroz entre ellas que buscan diferenciarse y captar la atención de los usuarios, pero también una falta de colaboración e innovación conjunta que impulse el crecimiento del ecosistema.

La resistencia al cambio de los usuarios es quizás el factor más difícil de superar. Implica un cambio radical en la forma de consumir y producir contenido digital, que requiere un mayor grado de inmersión, participación y creatividad. Muchos todavía no están familiarizados con las tecnologías necesarias para acceder al Metaverso o no ven el valor añadido que les puede aportar esta nueva forma de interacción.

Un caso parecido es el que vivieron las empresas de domótica ya que cada una de ella tenía diferentes plataformas para controlar los dispositivos con IoT (Internet of Things) lo que obligaba al usuario a elegir solo una marca o plataforma que los controlase para así poder “domotizar” su casa. Luego de llegar a un consenso entre los “grandes” (Google, Amazon y Apple) que decidieron estandarizar en Matter el chip que los uniese a todos, dando paso a la libertad de elección en los artículos y la libre fijación de precios, permitiendo e incluso aumentando la compra de la IoT en los hogares y empresas.

Dicen que la unión hace la fuerza. En el último ejemplo ejemplos, nos queda claro que esta premisa también sigue vigente y que solo favorece a una actor importante en nuestro mercado: el usuario.